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Año de la Eucaristía
EUCARISTÍA Y SOLIDARIDAD CON EL MIGRANTE

Por: P. Camilo Moreira, CS

 

Este 2021, la Iglesia en Paraguay tiene como tema central de reflexión “la Eucaristía” y el lema “lo reconocieron al partir el pan”. El lema hace mención a la manifestación de Jesús resucitado, que camina con los discípulos de Emaús. Él los escucha con atención, les explica las Escrituras y se da a conocer al partir el pan. (cf. Lc 24,13-35). Estoy seguro de que el gesto de partir el pan es una señal de la presencia de Jesús entre nosotros. Y, como sacerdote, no dudo en decir que solo hay verdaderamente Eucaristía cuando somos capaces de repartir el pan, tanto el pan material cuanto el pan espiritual.

La Eucaristía nos desafía a dar prueba de nuestra capacidad de ser realmente de Cristo y nos abre los ojos para ver la necesidad de los demás, nuestro corazón para sentir sus penas y nuestras manos para ser solidarios. Durante el año pasado, cuando la realidad de la pandemia impidió a muchos fieles el participar efectivamente de la Santa Misa y recibir el Cuerpo de Cristo, estoy seguro de que el mismo Cristo se hizo presente en los gestos del compartir solidario el pan material con los más vulnerables.

En Paraguay se nota cada vez más la presencia de muchos migrantes, de manera especial en las ciudades más pobladas. Son migrantes internos que se cansaron de esperar por apoyo en la agricultura familiar y se acercan a las ciudades desproveídos de recursos materiales para sobrevivir; son los que dejaron su país para intentar nueva vida en Paraguay; son los jóvenes universitarios y tantos retornados después de años fuera del país. Estos migrantes se nos pasan desapercibidos, muchas veces porque estamos preocupados en ir a la iglesia, cumplir nuestra obligación con Dios y pasamos de largo por aquellos que están “en la orilla del camino” (cf. Lc 10,25-37).

Este año de la Eucaristía nos hace entender que solo seremos reconocidos como parte del Reino de Cristo, portadores de una verdadera experiencia con Dios, cuando asumamos que la Eucaristía se revela en los gestos de solidaridad para con los menos favorecidos; entre ellos, los migrantes sin trabajo, sin techo y sin pan. Que el sacramento de la Eucaristía nos ayude a ser solidarios con los migrantes y con aquellos que quizás nunca nos puedan retribuir.